Suelo
Prefieren los suelos que drenen bien (para evitar la podredumbre de las raíces), aunque capaces también de retener agua. Suelos débilmente ácidos; pH 4.5 - 7.5.
La calidad de los nutrientes del suelo es de suma importancia, ya que ayuda a mantener los niveles óptimos de pH, lo que coadyuva en el control de plagas.
Dicha nutrición debe estar bien balanceada principalmente rica en calcio y potasio, ya que estos nutrientes promueven el crecimiento celular de los frutos, lo que los hace mucho más resistentes a las plagas, si se usan fertilizantes nitrogenados, éstos hacen que las plantas se vuelvan más susceptibles a los hongos, ya que los niveles de pH son más bajos. Iluminación: Toleran bien una exposición sombreada. Demasiadas horas de sol directo pueden dañar hojas y frutos.
Clima
La fresa es una planta cuyo cultivo se puede dar en diversas regiones del mundo desde países templados hasta tropicales; la planta se puede mantener viva en temperaturas de entre -20°C y 55°C; más no sus órganos florales que mueren en valores alrededor de los 0°C.
Son capaces de soportar heladas fuertes en invierno y calor intenso en verano, pero su temperatura ideal de fructificación se sitúa en torno a los 18°. En climas muy cálidos pueden fructificar con mayor dificultad, ya que suelen necesitar acumular horas de frío (por debajo de 7°) para romper la latencia invernal.
Para la producción de frutos requieren temperaturas medias anuales entre 15-20 ºC; por debajo de los 12 ºC durante el cuajado dan lugar a frutos deformados por frío, mientras que por encima de los 20°C, se acelera la maduración del fruto que afecta que alcance el tamaño adecuado para su comercialización.
Forma de Cultivo
La fresa es producida en la mayor parte del mundo bajo sistemas intensivos anuales, los cuales pueden ser de manera convencional o a campo abierto, o bajo ambiente protegido en casas de cultivo o invernadero y de manera hidropónica.
El cultivo de fresa se caracteriza en grupos de acuerdo con las horas de luz que se recomienda para cada variedad, así, pueden ser: de día largo, corto o neutro, esta característica depende de la zona geográfica donde se ubique el cultivo.
Preparación de la tierra: El cultivo de fresas comienza con la preparación de la tierra para obtener una cosecha vigorosa. Se prueba el suelo para saber el pH. Las mejores áreas son en donde el suelo está entre 6 y 6,2 pH.
Plantación: Se excava un hoyo lo suficientemente grande como para extender las raíces en divisiones. En el fondo del hoyo, cree un montículo o colina de tierra que está al ras con el nivel del suelo circundante. Se pone la planta de fresa cima de la colina dentro del agujero de modo que la corona esté al nivel del suelo y se extiende las raíces por las laderas de la colina. Se rellena el agujero y
se asegura del nivel del suelo, el cual debe estar a la altura de la mitad de la corona de la planta.